El pasado domingo 9 de Diciembre, tras una excursión muy cultural en Calahorra que ya os contaremos en otra entrada, nos fuimos "la familia unida" (abuelos, tíos, prima, los papis y las nenas) a visitar un nuevo riojarbolitos, o mejor dicho, un conjunto de ellos, ya que en esta ocasión no se trata tanto de visitar un solo ejemplar singular sino una formación natural: Los enebros de la Redonda.
Para empezar con buen pie, comimos, en el área recreativa de la ermita de la Virgen de Canalejas de Zarzosa....
... nos tomamos un café en el Casino de Munilla (que no vino mal, ya que hacía bastante frío) y volvimos a la carretera LR-115, que va hacia Enciso ya que, aunque este riojarbolito está en el término municipal de Munilla, se llega a él desde esta carretera, girando a la derecha por camino que está justo en frende de "La Casa del Reloj", que es como nosotros conocemos al "Caserío de los Bargas". Para el que no lo conozca ni de una forma ni de otra os ponemos una foto:
Es una casa grande abandonada, que encontramos a unos cientos de metros yendo hacia Enciso, pasado el cruce de Munilla.
Por este camino puede accederse con todo terreno, furgoneta y casi cualquier coche. Al menos cuando fuimos nosotros el camino estaba bien.
Dejamos el coche donde indica el nº 7 del plano que podemos encontrar aqui y nos dimos una vuelta por el monte, descubriendo varias de sus maravillas, además de los enebros:
#1 Las piedras desmontables: Una de las cosas que más llama la atención de este monte es que sus piedras ¡se desmontan! Están todas como rotas, rajadas y si estás atento puedes ver como de algunas puedes cómo encajan sus pedazos. Esto ocurre así, por un fenómeno conocido como gelifracción o gelivación.
La gelifracción consiste en la rotura de las rocas por la congelación del agua que se cuela en las grietas existentes en ellas, al congelarse el agua aumenta de volumen y "las raja" hasta que se rompen del todo. Una explicación de "andar por casa" que puso a nuestras pequeñas aventureras en contacto con procesos geomorfológicos fundamentales como la meteorización y la erosión.
#2 ¡¡Dos sorpresas!! Las excursiones en la naturaleza siempre te dan más de lo que esperas y en esta ocasión el monte nos regaló un cuerno de corzo.
Y es que los corzos (como todos los cérvidos) no conservan los cuernos todo el año ni unos mismos cuernos toda la vida, sino que los pierden en otoño/invierno y les vuelven a salir en primavera para estar listos y lustrosos en verano, que es su época de celo (distinta a la de los ciervos). Nuestras pequeñas riojarboleras ya sabían de esta "caducidad" de las cuernas de los cérvidos, pero siempre es adradable encontrar un cuerno en el monte, más aún cuando un rato despues vimos dos ciervos en la ladera de enfrente. Demasiado lejos para fotografiarlos, pero lo suficientemente cerca como para seguirlos con la mirada mucho rato. A. les puso nombre, les llamó: "Nuez" y "Bellota" ^_^
Y ahora sí, por fin una foto con los árboles que veníamos a ver.
Son preciosos, pinchudos y están cargados de unas bayas oscuras que se utilizan en la elaboración de la ginebra.
Fue un precioso paseo, mucho rato monte a través, pero también se puede hacer a pie o en mountainbike por la ruta de las cordales.
Es sin duda la excursión más dificil de cuantas hemos hecho ya que no es fácil de encontrar, el camino no es apto para todos los coches y quizá pudiera resultar algo peligroso para los peques muy peques, porque es empinado y las pequeñas piedras resbalan y se desprenden.... pero fue precioso.
¡Hasta el próximo Riojarbolito!
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